La droga heroína
¿Qué es?
La heroína es una droga ilegal sumamente adictiva que se procesa a partir de la morfina, una sustancia que se da en forma natural y se extrae de la vaina de las semillas de ciertas plantas de amapola. Por lo general se vende en forma de polvo blanco o amarronado que se "corta" con azúcares, almidón, leche en polvo o quinina. La heroína pura es un polvo blanco de sabor amargo que se origina principalmente en América del Sur y, en menor medida, en el sudeste de Asia, y domina los mercados estadounidenses al este del río Mississippi. La heroína con un alto grado de pureza se puede aspirar o fumar y puede resultar más atractiva para quienes recién se inician en el consumo porque elimina el estigma asociado con las drogas inyectables. La heroína en su forma conocida como "alquitrán negro" es pegajosa como el alquitrán que se emplea en los tejados o dura como el carbón. El color oscuro asociado con esta forma de heroína proviene del método de procesamiento crudo, que le deja impurezas. La heroína impura generalmente se disuelve, se diluye y se inyecta en una vena, un músculo o en forma subcutánea.
¿Cuáles son sus efectos?
Una vez que la heroína ingresa al cerebro, se convierte en morfina y se adhiere rápidamente a los receptores opioides. Las personas que consumen heroína por lo general reportan sentir una oleada de una placentera sensación de euforia. La intensidad de la oleada de euforia es una función de cuánta droga se consume y con qué rapidez la droga ingresa al cerebro y se fija a los receptores opioides. En el caso de la heroína, la oleada de euforia a menudo está acompañada por un enrojecimiento cálido de la piel, sequedad bucal y una sensación de pesadez en las extremidades. También se pueden presentar náuseas, vómitos y picazón intensa. Luego de los efectos iniciales, la persona normalmente se siente adormilada o somnolienta durante varias horas y sus funciones mentales están nubladas; la función cardíaca se vuelve más lenta y también se reduce grandemente el ritmo de la respiración, en algunos casos hasta el punto de poner en riesgo la vida. La respiración lenta también puede llevar a un estado de coma y causar daño cerebral permanente.
Causas:
La sobredosis de heroína ocurre cuando una persona consume una cantidad excesiva de la droga, bien sea por accidente o de forma intencional.
La heroína es tóxica y no existe un control sobre su calidad o sobre la concentración de la droga, ya que a veces se diluye en azúcares y se adultera mezclándola con otras sustancias que también pueden producir toxicidad.
La heroína se puede consumir por vía intravenosa, subcutánea, esnifada o inhalada y por vía intranasal. Tiene un elevado poder adictivo. Su inicio de acción es muy rápido y el efecto dura unas 3 o 4 horas, pero cuando la dosis es excesiva, el efecto tóxico se prolonga durante 24 horas, aproximadamente.
Consecuencias:
Llega un momento en que toda la vida del adicto gira alrededor de la búsqueda, obtención y consumo de la heroína. Los heroinómanos dejan de mostrar interés por su entorno, por su familia y por sus amigos. Todo su pensamiento gira constantemente alrededor del consumo de la droga. Pierden el sentido de responsabilidad respecto a si mismos y a los que le rodean y, a menudo, no cumplen con las exigencias de la vida de estudio o profesional. Se aíslan y se limitan a un contacto superficial con el medio ambiente en el que viven.
Es frecuente el abandono del grupo de amigos habituales, la disminución de la capacidad para ejercer la profesión aprendida, la pérdida de la actividad laboral y, finalmente, la marginación social.
Además de la adicción, el consumo de heroína conlleva importantes riesgos y consecuencias negativas para la salud. Es necesario tener en cuenta no sólo la sustancia en sí misma, sino también los adulterantes utilizados en su manipulación, los hábitos higiénicos precarios y las conductas y prácticas de riesgo a las que se asocia su consumo.
El uso crónico de la heroína mediante inyección provoca la aparición de venas cicatrizadas o colapsadas, infecciones bacterianas de vasos sanguíneos, abscesos y otras infecciones de la piel y tejidos blandos, y enfermedades hepáticas, cardíacas y renales. Las complicaciones pulmonares pueden ser el resultado tanto de los efectos depresores de la heroína como de la mala salud del consumidor, que por sus hábitos higiénicos o estilo de vida codicionado por su adicción, es más susceptible de adquirir enfermedades respiratorias (bronquitis, tuberculosis, etc...).
Algunos de los aditivos con los que se mezcla la heroína pueden obstruir los vasos sanguíneos de pulmones, hígado, riñones o cerebro, y causar infecciones y lesiones muy graves en estos órganos.
Compartir las jeringuillas u otros útiles de inyección, así como mantener relaciones sexuales sin protección, provoca infecciones por virus como el de la inmunodeficiencia humana (VIH), los de la hepatitis B y C, etc...
A continuación te comparto un video:
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Karina Cristina Palmero Lanz
NG 1 - B
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Es un excelente artículo, gracias por compartir!
ResponderBorrarSorprendente artículo, me ayudó bastante
ResponderBorrarExcelente información y más ahora en estos tiempos es bueno que de nos informe de forma breve, para poder ayudar a muchas personas GRACIAS
ResponderBorrarMuy buen buena información, que llegue a cada persona y que entre en su consciencia para evitar caer en ellas, gracias por compartir.
ResponderBorrarBuen artículo..para la juventud de hoy..para que sepa cuanto se daña...muy importante esta información
ResponderBorrarMuy buen artículo muy detallado la información que contiene es muy importante para que adolescentes y adultos lean y tengan en cuanta lo importante que es la información para evitar caer en las drogas
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